Desde el 2016, Colombia cuenta con un marco regulatorio que legaliza y formaliza el cultivo, la transformación, la exportación y la investigación científica del cannabis medicinal. Por medio de una serie de licencias, el Gobierno colombiano ha creado procesos que dan a más de 300 empresarios la oportunidad de cultivar a gran escala, a más de 100 la oportunidad de transformar el material vegetal en una serie de derivados, y a unos 1.700 pequeños cultivadores la oportunidad de legalizar su actividad.
Se calcula que las exportaciones de cannabis medicinal lleguen a cifras entre los US$3.000 y US$17.000 millones, considerando algunos factores que puedan afectar el movimiento. Es decir, en toneladas al año, la cantidad en el límite inferior equivale a 56 toneladas.
Colombia tiene uno de los más grandes potenciales de toda Suramérica y del mundo por muchas razones, entre las que se destacan su historial de producción durante siglos, su ubicación geográfica, la infraestructura aeroportuaria y marítima con la que cuenta, y un marco regulatorio que permite entender claramente el tema de licencias, siendo esto último de capital importancia a la hora de ofrecer semillas, THC, CBD medicinal, entre otros.