Con el aceite de CBD podemos aprovechar los beneficios terapéuticos del cannabis sin sufrir los efectos secundarios que provoca fumar. Es una de las opciones más eficaces a la hora de usar el cannabis de forma terapéutica.
Cabe la posibilidad de consumirlo discretamente por aquellas personas enfermas que quieran mejorar su calidad de vida o, incluso, existen padres que se plantean mejorar la calidad de vida de sus hijos con problemas neurodegenerativos con el uso de aceite de CBD. Además, elaborado a partir de aceite de oliva, se puede tomar con distintos tipos de alimentos o utilizar de forma tópica.
Cualquier persona que consuma CBD puede experimentar los beneficios médicos, menos el «high» eufórico producido por el THC. Echemos un vistazo a los sistemas de receptores cerebrales que se ven afectados por el CDB:
TRPV-1: estos receptores moderan la inflamación, la sensación de dolor y la temperatura corporal.
GPR55: este «receptor huérfano» se expresa en gran medida en el cerebelo. Según un estudio realizado en 2010 por la Academia de Ciencias de China [i], el GPR55 acelera la proliferación de células cancerosas cuando se activa.
PPAR: estos receptores pueden dificultar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, una vez activada por el CDB.
Inhibidor de la recaptación: el CDB se puede unir a los receptores nucleares de la misma manera que los antidepresivos (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)).
Receptores de serotonina: el CBD activa una respuesta inhibitoria en el receptor de serotonina 5-HT1A, lo que lo hace adecuado para el tratamiento de náuseas, vómitos, adicciones, trastornos del sueño, dolor y ansiedad.